martes, 14 de diciembre de 2021
viernes, 10 de diciembre de 2021
Trilogía del poeta en Madrid
3 poesías malas y muy buenas compañías.
Madrid I
Creo que es imposible cualquier cosa que implique ella,
como que las luces indeseables conducen a lugares obvios a evitar.
No consigo levitar, esta pastilla me agota,
y gota a gota y vota porque te toca: no hay rabia, soy leve,
no hay labios, ni Larios, ni gestos, ni ninguna de estas
y cómo les echo de menos, son tantos recuerdos serenos
y mansos y cosas se vuelven palacios, despacio
bien despacio, bajando a terreno inseguro, perreo bien duro,
sobre ella el cuaderno, que tierno, que tonto,
fueron tantos intentos fallidos, machistas, clasistas:
una mierda de hombre, y el timbre
de mimbre no anuncia el desastre y caen hojas
y se aleja, tesoro maldito, es vitto disfrazado,
es un borracho desfasado, maltratado por la vida insegura,
incertidumbre, condescendiente, iridiscente, inconsistente,
impensable presente, tan perfecto y anticuado, amor de pesado,
fui un pesado y un pesado, recuerdos se vuelven livianos,
y me fumo otro peta, el porro estaba prensado,
nadie me lo había pasado... Nadie me había avisado,
que el cuento se acaba, que el cuento perece,
y quien me animaba se alejó de mi mundo,
ya no cuerdo, ni recuerdo ese mundo, cervezas de un euro,
coca, los baños, los paños de sangre en la mancha perenne,
y la gente va y viene eso no lo discuto,
pero el astuto se esconde y quien lo necesita,
que cante ahora o terrible su muerte.
Todo esto para decir que todo ha acabado,
que segundo a segundo se ganaron modales,
se ganaron mordazas se perdieron pendientes,
rechinaron los dientes y en el cuello las cruces
de bruces: desierto. Quizá ya no miento
solo juego seguro, condenas y tintas y una serie, seguro,
y cuando había sentido, y cuándo había marchito,
puchito, puchito, bolsas: cuentecitos,
frasecitas nadie entiende, nadie que esté pendiente y duele.
Y duele, y duele, y duele, y duele, y duele, y duele, y duele,
y duele, y duele, u duele, duele, y duele... Nadie pendiente.
Madrid II
Espacio por un beso, cansancio del retrato
pintado por un peso, marcado en el espacio
por un corazón el queso, por un corazón estaño,
e' la mina e' lleve preso, mi mano baja despacio
a mi que me lleven preso, me la llevo hasta el espacio
bien lentito le perreo, me la gozo hasta las cuatro
todo lo que tu me pidas, te regalo hasta mi espacio
mi corazoncito vibra cuando tocas bien cerquita
acercáme tu boquita, mina vos sos la más linda
que por ti dejo las drogas, que por ti dejo la panda
dejo porque tú mejoras, mina sólo tú mi @.
Madrid III
Al ser tan mala, nos la ahorramos absolutamente todos.
sábado, 20 de noviembre de 2021
martes, 2 de noviembre de 2021
domingo, 31 de octubre de 2021
Soy un adulto terrible
Tengo el horario cambiado, quien me conozca ya estará acostumbrado a esta frase. Y Marta me recuerda de vez en cuando que eso es terrible porque podría producirme un paro cardiaco, acortar mi vida o algo por el estilo. Me lo ha repetido en alguna ocasión pero siempre que vuelvo a cambiar el horario olvido exactamente qué decía. ¡Marta, deberías ser como una cajetilla de tabaco que te recuerda que vas a morir por fumar! Cuando me muera poned esa indicación en mi mármol: ¡Cambiar el horario mata!
Otra vez he vuelto a cambiar de tema, he perdido el rumbo. ¿Cómo era eso que decían los compañeros de Holden cuando alguien se iba por las ramas? ¡Disertación! Estaría bien que hubiera un Pepito Grillo que nos acompañara a cada uno que gritara "¡Disertación!" cada vez que nos estemos saliendo del camino. A mí, por lo menos, me ayudaría. Aunque pensándolo mejor quizá esa tarea ya la hago yo directamente sin que nadie me tenga que gritar nada. A veces parezco ese personaje de Monogatari que parecía tenerlo absolutamente todo pensado de antemano y ella misma se hacía las preguntas y se otorgaba las respuestas. Overthinking and overthinking and overthinking. De verdad, no lo hagáis, no sirve de absolutamente nada. Realmente pensar es, quizá, la peor actividad que puede hacer un ser humano, sin duda. Me sorprende que en la escuela no paren de decirte que no te drogues en cambio no nombran nada sobre pensar o lo edulcoran. Claro, porque los profesores, como es bien conocido, son maestros del pensamiento, eso de que te digan qué tienes que enseñar, cómo hacerlo y repetir constantemente año tras año las mismas ideas hasta que te las sabes de memoria ayudan muchísimo al pensamiento. Por esta razón, y muchas otras, odio a los profesores. Aunque no es culpa suya, al final el villano ha sido escrito por un guionista que a su vez está siendo dirigido por un director que además en realidad está adaptando una novela de Stephen King que se basa en otra novela que no ha leído absolutamente nadie y al final, porque soy idiota, acabo sobrejuzgando al villano, que ni siquiera es el héroe, que ni siquiera es el protagonista.
¡LO SIENTO, PROFESORES DEL PLANETA, LA CULPA ES MÍA Y DE STEPHEN KING!
Y eso que este texto en realidad era para decir que es domingo, que no sé si el carrefour abre los domingos y que soy un adulto terrible, pero la verdad es que al final me he ido por las ramas y ya me está dando pereza reconducirme. Porque al final soy lo que escribo, aunque ayer hice un directo comentando que los artistas no somos lo que hacemos, pero como acabo de decir, indica el título de la entrada y se refleja en la evidencia: ¡SOY UN ADULTO TERRIBLE!
Luego no me digáis que no entendéis mis mierdas, ¡siempre lo explico en el título! Si es que por no leer ya no leemos ni los titulares.
Vayan con Dios! Adeu siau, chao chao, hasta lué, bie (Boletín de Instalaciones Eléctricas).
Creo que me estoy enamorando ♫
María me estás mirando triste a través del ordenador,
cuánto tiempo ha pasado, no lo recuerdo ni yo.
Todo se ha inundado hasta nuestro caparazón,
sigues silbando la misma música, suena nuestra canción.
Seguro que no lo has logrado tampoco lo hice yo,
no me mires triste, con esos ojos me voy,
que si todo lo pudiera aquel día de pasión
sería mas que un recuerdo: al altar juntos los dos.
Pero te estoy mirando triste desde la pantalla del ordenador
y estoy escuchando triste esa maldita canción,
porque tú no lo quisiste y tampoco lo hice yo
pero estamos condenados: muertos en mi habitación.
Se está inundando todo y ya no puedo respirar,
quizá esa mirada triste la tengo que tanquear.
Quizá sea mi culpa aunque si lo dices me voy,
porque todas las verdades no las puedo soportar.
Y sí, lo sé, ¿qué demonios hice yo?,
tomarme un par de cubatas y unos chupitos de ron,
observando y escribiendo desde el mismo mirador,
tu carita de desprecio no la puedo soportar.
Jugando a este sandbox felices éramos los dos
pero todo pasa rápido y ya tengo que tirar
para algún lado del mapa donde quepamos los dos
en tu mirada triste desde el puto ordenador.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)