Poco, muy poco, ha comprendido que son los humanos, qué son las historias, cómo deben ser contadas.
Son realmente pocos los que comprenden que para contar una historia no se necesita una premisa desternillante, superhéroes, universos cinematográficos, prosas de ensueño, giros de guión, personajes ''complejos'', series poco imaginativas.
Pocos son los animes que veo debido a la mediocridad del medio y muchísimos menos los que merecen ser destacados.
Por muy poco daría la vida por haber sido yo el creador de esa historia, de esos personajes, perdón, vidas.
Muy pero que muy pocos autores han conseguido tenerme con las uñas desgarrando la mesa del escritorio simplemente por ver a una familia pasear por la noche.
Muy pocos son capaces de retratar el bullying como lo que es, con sus miedos, la incapacidad de incluso los padres para enfrentarlo.
Quiero seguir contando historias, quiero conmover, quiero conectar con las personas.

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