sábado, 2 de enero de 2016

Nuevo año nuevo

Comenzamos un año nuevo, nos proponemos cosas que nunca vamos a cumplir, vamos a seguir siendo la misma persona, cometiendo los mismos fallos... Comenzamos una nueva etapa y se dice fácil y pronto pero... ¿Qué significa comenzar un nuevo año?

Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

El 2015 ha sido un gran camino, un camino de 365 días y quiero verlo como lo hace Machado, viendo en retrospectiva la senda que nunca se ha de volver a pisar. Estos días son perfectos para descansar, después de una larga travesía, nos sentamos en nuestro sillón preferido, tomando una tacita de chocolate mientras observamos ese camino que acabamos de recorrer, es en ese momento cuando te das cuenta de lo que significa vivir un nuevo año. Comenzar un nuevo año nos permite reflexionar sobre el pasado, tomar una referencia para auto analizarnos, ver qué hemos estado haciendo bien y mal. He estado un tiempo reflexionando y me doy cuenta de que acabar un año es algo grande porque te permite tener una perspectiva única sobre ti mismo. 
Yo estaba convencido de que mi vida no está cambiando demasiado, que ya he madurado, que no van a haber grandes cambios en mi vida pero visto en retrospectiva, este 2015 ha sido probablemente uno de los años más importantes de mi vida. He conocido a Murakami, a Sôseki, a Machado, a Asano. He conocido a muchísimos autores que han hecho evolucionar mi perspectiva artística, autores que estaban esperando a ser leídos, autores que estaban ahí esperando para cambiarme la vida y no ha sido hasta este fin de año que me he dado cuenta de lo importantes que han sido. Y no solo con la escritura, he descubierto el Jazz, he descubierto grandes bandas sonoras, he descubierto joyas ocultas del underground del rap. He leído guiones, gracias a Mackee, el profesor que siempre he querido tener. He escrito muchísimo, en el autobús, en un banco, en el suelo, en un parque, a orillas del mar... 
También he jugado a juegos maravillosos, he visto películas que me han hecho llorar, he leído mangas que me han dejado sin aliento.
Hasta hace poco me torturaba por haber tomado la decisión de no entrar en la universidad porque pensé que mi tiempo se detendría y que más tarde volvería para recuperar lo perdido. Pensaba que dejaría de crecer como persona, que me estaba desviando del camino correcto. Pero, viendo en retrospectiva el año, me doy cuenta de que si hubiese tomado esa decisión no habría estudiado guión, no habría comenzado a escribir una novela, no habría... Ese es el punto, ''no habría'', pero por suerte, ''he'' y gracias a ello he conocido a personas increíbles, me he dado cuenta de que soy un idiota y me he reído de ello, me he enamorado fugazmente como hacía cuando era un niño, he conocido a profesores y alumnos que me han cambiado la vida. Yo creo que del 2015 me quedo con un diálogo que tuve con mi profesora de inglés.
-Cristian, vas a lograr hacer algo grande -dijo con tono serio.
-Y tonterías -le contesté riéndome.
-Vas a hacer algo grande y tonterías .
Creo que esas líneas definen mi año. Me he dado cuenta de que yo no he nacido para hacer algo normal, yo he nacido para hacer tonterías, tonterías muy grandes. Este maravilloso año me ha servido para reírme de mí mismo, soy un idiota que pasaba por el callejón del Gato y comenzó a reírse de su físico esperpentizado en los espejos y una vez me marché me quedé con esa forma eternamente. Soy un esperpento perpetuo y es maravilloso porque eso significa empezar un año nuevo, planear cómo va a ser el siguiente año para que cuando acabe veas en retrospectiva que todo lo que ha quedado ha sido un esperpento de tu año ideal. ¿Pero sabes? Probablemente sea mucho mejor de lo que tú habías planeado.

Pero claro, no he hecho el camino solo. Si lo hubiese hecho así probablemente me habría perdido.  Y este año han habido compañeros de sendero inesperados. Especial mención a mis amigos de inglés que me han demostrado lo pequeño que soy y que ahí reside mi grandeza, en la imperfección, en la tontería. También me ha acompañado mi familia, un año más, como siempre apoyando todas las decisiones estúpidas que tomo. Mis amigos de siempre que ya forman parte de la familia, los que todavía quedan. Y los amigos nuevos que hago. Gracias a todas esas personas sé que este camino acabará en algo grande, porque son grandes las huellas que dejamos. Y sé que no me saldré del camino porque en la auriga están mi hermana y mi madre. Feliz año nuevo.