martes, 27 de noviembre de 2018

La pobreza

Me apetece divagar sobre la pobreza porque no tengo energías para nada más. Una vez más he llegado quemado a casa. Me apetecía escribir, enciendo el ordenador y una interfaz infinita se expande en todas direcciones. Este blackfriday compré un disco duro M.2 que, literalmente, me permite tener el ordenador encendido y listo para usar en dos segundos. Por no hablar de la fibra óptica. Si me estreso demasiado, aunque teniendo que comprar una bombona de butano titánica y subirla cinco pisos a la espalda, lo cierto es que puedo bajar a la gasolinera y en 20 minutos estaría disfrutando de un buen baño con agua caliente.

Esos días en los que tenía que ducharme con agua fría parecen una reminiscencia de una reminiscencia de algo que a su vez, probablemente sea nada. Y ya cuando firmé mi primer contrato medianamente serio, me prometí a mí mismo ser el Guardián entre el centeno. Lo cierto es, que solamente en el blackfriday he gastado más dinero de lo que haya podido ganar en los últimos 20 años (y eso que he sido camarero). 

Veo las fotos donde la clavícula parecía estar a punto de atravesar la piel y lo comparo con el ligero sobrepeso que tengo ahora y casi parece una broma macabra. 

Al menos mantengo la certeza de que soy una especie de genio de lo irrelevante. Tengo una cabeza prodigiosa que permitió advertir lo evidente y aún así he acabado cayendo. En ''Construcción de un hombre'' ya usé la foto de Big Fish donde el poeta colgó sus zapatos y usé un verso milagroso: Supongo que esto debe ser el paraíso.Una suite con fronteras norte-sur, este-oeste y sus ventanas con vistas al mal.

Al menos después de la paga extra de diciembre probablemente pueda ponerme persianas después de ... yo qué sé.

Si no escucho a nadie cómo voy a ser capaz de escucharme a mí mismo. No, en realidad creo que el resto ha dejado de hablarme y yo, simplemente les he imitado. Nada queda de Malraux hablando de los semejantes, de Kundera recordándome no enorgullecerme de lo que me he es regalado por la casualidad y ese Ingenuo de Voltaire que creía que siempre le ocurría lo mejor posible...
Me las he comido todas, una a una. Quizá por eso me estoy poniendo tan gordo. No creo que sea por ese patinete eléctrico que me he comprado para ir a trabajar..., ¿verdad? 

En realidad le estoy tirando piedras al, ¿consumismo? desviando la atención a lo que debiera ser lo lógico. En realidad soy una especie de éxito, supongo. Aún con los tumbos que voy dando he conseguido asentarme. Ya decía a modo de ''broma'' en una historia de Instagram que todos los problemas de la humanidad residen en el sedentarismo. ''Cristian, me río mucho pero no lo he entendido''. Me descojono de todos esos y lo siento, tanto por su inutilidad como por mi asquerosa condescendencia. 

No es un discurso -ista de algún -ismo. ''Construcción de un hombre'' tenía una finalidad clara, construir un hombre. No hablaba de cambiar el mundo, a mí eso no me interesa. Esa es tarea de quien tenga el arrojo y energía necesarios para ello. Y sí, mientras digo esto, vuelvo a leer el párrafo:


"Sin embargo cada vez que escucho su mirada trémula suplicando,desgarraría cada célula de mi cuerpo por atraparle entre el centeno.
Mas la titánica tarea de atravesar esta lámina de papel
que separa mi mirada de su cuerpo bronceado, se me antoja totalmente innecesaria."


Y lo cierto es que es más sencillo mover la montaña que atravesar la lámina de papel.

Está todo tan tranquilo que "incita a pensar que la tormenta, de liviana, podría haberse evaporado". Hasta que el sol fulgurante me reviente en la cara, supongo que seguiré en esta parsimoniosa burbuja.


Pfffff. Estoy muy cansado de castigarme en serio. La pobreza es algo que nunca te vuelve a abandonar.

"Acostumbrado al dolor de la caída:''resilencia'', como un mantra repetían los adultosy ahora dime, quién demonios pagará toda esta deuda."

Puedo explicar toda mi vida con mis propias poesías. Supongo que soy un escritor acojonante. Si no fuera por el pequeño detalle de que ya no escribo. Ahora solo queda buscar culpables. Con dos narices voy a buscar el culpable de la pobreza: a burbuja inmobiliaria, el estado, los padres, la familia, el capitalismo, el libre mercado, la historia, el sedentarismo, la democracia, la guerra civil, el franquismo, el comunismo, el ser humano, Dios, la literatura, Marx...

Bueno, cierro el texto volviéndome a citar

"Nadie me enseñó a encontrar culpables,pídeme otra copa y que la sirvan cuanto antes.Borra esa sonrisa, yo no juzgo.Brinda con nosotros, fracasados sin remedio."

Supongo que la pobreza y sumo, la pobreza infantil, es culpa de nuestro fracaso como especie.

Vayan con Dios.

Tarantúla!!!

Hay balas que vuelan alrededor de mi cabeza.
Hay velas que bailan ulterior a la delicadeza.
Hay truenos que estallan y cuernos que están ya
..., acabados.

El siseo revolotea entre mis sienes,
convocan los mares de hienas y cienes
sobre dieces y dientes sobre crines
y mientes sobre lo que tienes y tienes lo que tienes.
Mereces lo que mereces porque tintes
se espanden a tientas con tintas
que tiñen la truculenta tarántula
que tarantúla esta farándula.
Qué caradura, qué chaladura