Extraterrestre.
A veces le miro a la cara y desespero
porque observando a la luna el tiempo se para.
Y qué puedo decirte, si yo te contara
que fugaz es la estrella más sempiterno es el cielo.
Imagino sostener sus manos y no las entiendo,
su suavidad es alcalde del firmamento.
La nívea láctea, mi testamento,
porque la gracia fenece, mori memento.
Y si la estrella muere porque Dios no la ampara,
esperar es virtud del contratiempo.
Oh Dios; oh virtud; oh tiempo,
dadme algo, lo que ella más deseara,
su cabello, su risa, su cielo, su caliente corazón y su mirada.
Oh estrellas; oh libertad; oh viento,
enseñadme una canción que a su planeta llegara.
Un violín, bella voz, un cuento,
porque al final del día con una sonrisa acabara
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