martes, 12 de marzo de 2019

Alabardas

Me fascinan esos rincones de la ciudad
que son más grandes que ella misma.
Los lugares donde una vez hubo alguien
colocando antenas que se alzan como alabardas
en una guerra que jamás será librada.

Es el trabajo de los poetas coger la escalera de mano,
subirnos a cualquier terraza y quitar el polvo
sedimentado sobre los hombros del mundo.
Contemplar esos harapos casi ennegrecidos que
descansan en un patio de luces inalcanzable
y vestirlos frente al espejo y la incesante sed de desvestirlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario