jueves, 3 de junio de 2021

Punto de ruptura

Veo un punto en la lejanía al que me quiero acercar.
Quiero volver a hablar con la muerte.
En la celosía de tanto brillar,
se muere el arte, me quedo inerte.
Por qué ya no cuesta brillar,
qué cojones pasa por mi mente,
se me va de las manos, no lo puedo controlar,
el canto de alondra, el ríe a la muerte.
Quiero que me diga lo que llevo tanto tiempo pensando, 
porque es verdad cierto y certero,
son tantos ceros que la bala inerte
danza alrededor de la llama burda, de risa inerte.
De canto de alondra, de danza y muerte
que cazan los niños de tanto escuchar
saben lo que hablan, brillan con su suerte,
y yo cansadito de tanto esperar, de farolillo,
de títere imberbe, de suerte tonta,
de negar la fuente y la si miente,
que le corten la cabeza, infeliz inerte.

Y siguen pasando los años, cien mil y un pasos,
son muchos ocasos y acasos que pesan,
que pesan como losas y me humillen lo merezco,
y peco de tantas cosas que a su vez,
evidentemente pesan como losas y miento un poco,
y no parezco, y no risueño,
un poco cansado, quizá taciturno,
que ya ni recuerdo donde está el cuaderno
y que si yo volviera a lo que un día fuimos,
me aferraría a lo que construimos,
pero por desgracia pues la cagamos.
Y aquí estamos, pasando el tiempo,
esperando el tanto, olvidando recuerdos,
que si yo pudiera, tirar de un hilito,
y conducir pudiera, mi cruel destinito,
cobrar más quisiera y un amor marchito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario