Acabo de descubrir que soy un monstruo de la oscuridad y un monstruo de luz. Puedo reflejarme en las bajezas, pero puedo envolverme en la luz, puedo destruir, siendo lo positivo, y puedo crear, siendo lo negativo. Puedo amar tanto, que me hago daño. Y yo, no puedo simplemente permanecer en un lugar o en otro, no puedo bloquear una de mis mitades pues supone un gasto de energía imposible. Lo que debo hacer, sin duda, es aprender a fluir, permanecer fuerte en las bajezas y manteniendo el corazón cálido para el amor. No puedo permanecer hermético y hastiado de todo, porque alimenta mi arte pero mata mi corazón. No puedo tratar de escoger siempre el camino correcto, porque hay algo de mí que mataría por perderse. Creo que debo comenzar a trabajar ya en controlar estas dos energías porque yo estoy ahí en medio, en simbiosis con una perfecta armonía, en comunión con Dios y el de la Literatura. Allí podre amar todo y sabré perdonarme cuando me equivoque. Un lugar donde ame y sea amado. Amén.
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