jueves, 30 de abril de 2015

Cada uno en su lugar

Cada uno en su lugar. Como dos fugitivos que huyen de sí mismos.
Como si ese sonido que arrulla nuestros oídos fuese tan distante.
¿Cuándo un ''te quiero'' se volvió tan insonoro?
Quizá nos volvimos sordos para no tener que escuchar.

Lo que más me molesta es cuando te dije que cada uno debía estar en su lugar.
No replicaste lo más mínimo...
No puedes imaginar cuán doloroso puede llegar a ser verte aceptar mis palabras,
verte asentir cuando debías negar,
verte callar cuando debías gritar,
verte sonreír cuando deberías haber llorado...
Sí, me contradigo, pero no más que hace unos años cuando tú eras mi respuesta.

Cada vez que me dejas ir es como si mi corazón se muriese un poco.
¿Cuándo nos dejamos ir?
¿Por qué tu consuelo y no tus besos?
¿Por qué no tus deseos, mis deseos?
¿Por qué no soñar juntos bajo el mismo cielo?
¿Por qué tan distantes?
¿Por qué no como antes?

Quizá soy egoísta por no querer darte nada.
Quizá no tenga nada que darte.
Mi corazón está muriendo en algún lugar lejano y yo...
yo estoy aquí aparentando estar.

Me gustaría tener alguien con el que exculparme pero fueron mis palabras,
fueron mis labios los que me traicionaron,
fue mi cerebro el que me aseguró que me contrariarías,
fue mi corazón que me llenó de osadía,
fue todo y hoy no es nada.
Qué iluso fui, pensaba que recorreríamos el mismo camino y hoy...
Cada uno en su lugar.

Solo quiero que sepas que seguirá doliendo cada vez que sueltes mi mano,
aunque este sea el último dolor que me causes,
y éstos sean los últimos versos que yo te escribo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario